Si alguna vez te has visto en una situación en la que necesitas buscar refugio en la montaña, ya sea por una emergencia o simplemente por una aventura, saber cómo construir un refugio improvisado puede ser la diferencia entre la vida y la muerte. Es importante tener en cuenta que esto no debe ser un sustituto para un equipo adecuado y un plan detallado, pero conocer las técnicas básicas de supervivencia en la montaña es esencial para cualquier excursionista o montañero.
Antes de comenzar a construir tu refugio, es importante asegurarse de que tienes todos los materiales necesarios. Los elementos principales que necesitarás son ramas, hojas, musgo, tierra, piedras y cualquier otro material natural que puedas encontrar en la zona.
Lo primero que debes construir es el techo del refugio. Para ello, empieza por recolectar una gran cantidad de ramas, lo ideal es que sean ramas rectas y de diferentes grosores para unir y formar la estructura del techo. Para el soporte, puedes utilizar troncos o piedras grandes. Coloca las ramas en posición inclinada sobre las piedras para crear la estructura del techo, una vez tengas el diseño, comienza a cubrir con hojas y ramas más pequeñas. Si la estructura queda demasiado porosa conviene tapar los huecos con musgo, siguen asegurando una atmósfera más cálida.
Una vez que tengas el techo seguro, es hora de construir las paredes. La preferencia aquí es utilizar troncos grandes y gruesos para crear una estructura sólida, aunque no es algo imprescindible, ya que si no hay suerte en la obtención de este tipo de materiales, se pueden sustituir por ramas más delgadas. Tanto si se eligen troncos como si se eligen ramas, coloca el material de forma vertical, asegurándote de que cada pieza esté bien colocada y apoyada en los cimientos del refugio. Para mantener la construcción firme se recomienda también utilizar piedras para sostener las paredes, esto evitará que se derrumben si hay viento o una tormenta.
Uno de los aspectos más importantes de cualquier refugio es la capacidad para ofrecer protección contra el viento y la lluvia, pero también hay que pensar en el suelo con unos materiales adecuados para que no afecten los cambios bruscos de temperatura. Cubre el suelo del refugio con hojas secas, musgo o hierba que hayas recolectado. Este material no sólo proporcionará una capa de aislamiento, también proporcionará una superficie suave que permite dormir más cómodamente.
Después de dominar las técnicas más básicas, hay muchas técnicas avanzadas que pueden ayudar a mejorar el confort y la seguridad de tu refugio. Una de las técnicas más comunes es la instalación de trampas para animales. Las trampas permitirán obtener comida fresca y reducirá la cantidad de alimentos que se necesita traer en la mochila, pero es importante tener en cuenta que esto puede no ser aceptable para todo tipo de excursionistas.
Otras técnicas avanzadas incluyen la construcción de sistemas de calefacción, aprovechando los materiales naturales y la circulación del aire, además si se dispone de un cuchillo ba adaptable para cortar ramas, puede construirse un soporte sobre el que poder cocinar y no comer directamente sobre el suelo, lo que contribuye a reducir riesgos biológicos.
Construir un refugio improvisado puede ser una tarea difícil, pero con las técnicas y materiales adecuados, puedes crear un refugio seguro y confortable en la montaña. Recuerda que nunca se deben subestimar los peligros de la naturaleza, pero conocer estas técnicas te permitirán estar más preparado ante cualquier eventualidad.